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Cortázar y el Jazz

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Un martes de septiembre, creo que fue el 17, cuando la luz del día se contrae lentamente, asistí con unos amigos y mucha curiosidad a una  “Conferencia-Concierto” sobre Cortázar y el jazz,  organizada por CaixaForum, Barcelona, en colaboración con Casa América Catalunya. En el anuncio del evento aparecía la famosa cita de Johnny Carter, protagonista del cuento “El Perseguidor”:  “Esto ya lo toqué mañana”.    Johnny es, en realidad, una encarnación del saxofonista Charlie Parker. Y es que gran parte de la obra de Cortázar está marcada por el jazz. Y  la música aparece de distinta forma, tanto como información, referencia, o contexto. Y aunque el proceso culmina en su novela Rayuela, e n “El Perseguidor” el jazz está presente como eje y centro de la narración.     Cortázar escribe un relato experimental en el que busca trasladar el jazz y sus “procedimientos creativos” a su prosa. Este cuento constituye un punto de inflexión en su escritura. Se publica en 1959, cuatro años d

"El Gatopardo" o la voluntad de trascender

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Tomasi di Lampedusa, Giuseppe. Cuarto fin de semana de agosto. He terminado la (re)lectura de  El Gatopardo,  de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, en la nueva edición revisada de Anagrama.  Y además, hoy aparece una columna sobre el autor siciliano en  El país. ¿Habrá sido una señal o mera casualidad? Por si acaso, y en un juego de correspondencia con Manuel Vicent, me dispongo a escribir sobre la lectura. Ha resultado una experiencia difícil de explicar puesto que me he dejado llevar y he recalado en la impronta del estilo literario; el estilo como generador de realidad, como aquello que infunde vida a cada página. La novela narra (en ocho partes) la historia del príncipe de Salina, don Fabrizio Corbera y su familia, entre los años 1860 y 1910, cuando una serie de acontecimientos (de ámbito privado y público) dejan huella en los protagonistas. Más allá de su importancia como testimonio literario de un cambio en el orden social, de la decadencia de la aristocracia ter

El Ulysses de Joseph Strick (1967), la película.

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El mes de agosto en Barcelona puede resultar mágico, en especial estos últimos días, cuando el bochorno que nos baña en la costa ( la  xafogor ) nos ha dado una tregua. En uno de  mis paseos solitarios  por la ciudad compruebo de pronto que no es cierto que  Barcelona ja no és bona  (paráfrasis del poeta Gil de Biedma), tal como insisten en proclamar las crónicas de sucesos y los informativos.  Y es que fue en un deambular solitario que cayó en mis manos por casualidad el programa de la Filmoteca de Catalunya para el mes de agosto:  Sí, aquí, página 36. Leo: Sala Laya, miércoles, 14:  Ulysses, película de Joseph Strick, 1967. Intérpretes: Barbara Jefford, Milo O´Shea, Maurice Roëves.  “ Es la historia de un día en Dublín cuando un mártir cornudo que ha perdido a un niño conoce a un estudiante pobre que necesita desesperadamente la figura de un padre. Por primera vez en once años, es probable que el marido y su esposa frustrada revivan de nuevo el amor de juventud.

EL FIN DE LA LUCHA

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Karl Ove Knausgård Fin.  Mi lucha: 6 Traducción de Kirsti Baggethun  y Asunción Lorenzo Editorial ANAGRAMA Barcelona, 2019 Confieso que he vuelto a pecar. Caí en la trampa de la tan manida autoficción y me rendí ya en las primeras páginas de La muerte del padre (2013), en aquel ritmo de cadencia natural, sin artificios, en la sucesión de imágenes sobre la muerte, y en ese ejercicio de sinceridad absoluta para narrar la propia vida. Luego llegaron las nuevas entregas y también la controversia: que si el autor está sobrevalorado, que si hipnotizador, que si narcisista, que si la obstinación con reproducir la realidad esconde una incompetencia para crear ficción…. Pero lo cierto es que en la presentación en Barcelona de Tiene que llover. Mi lucha: 5 , en 2017, quedó mucha gente de pie en la gran sala del CCCB. Allí, Karl Ove Knausgård dejó al vuelo algunas frases que yo anoté en mi libreta: “Me utilicé a mí mismo. El tema era yo, pero cuando escribía de mí mismo,

De flâneurs, paisajes y derivas.

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ALGUIEN camina, vaga por una ciudad cualquiera; y esta se convierte en metáfora de la Literatura y de la propia vida. Se hace una deriva de manera intencionada para deambular por las calles y pasar a formar parte del territorio. Pero la visión del paisaje como metáfora de la existencia tiene una referencia anterior en el tiempo. En 1929, el arquitecto  Le Corbusier  se dirigía a Montevideo y, cuando sobrevolaba la Pampa argentina, pudo observar desde el cielo el trazado de meandros que dibujaban los ríos de la llanura.  “ Al seguir el contorno de un meandro desde el aire he comprendido las dificultades que aparecen en los asuntos humanos, los callejones sin salida en los que se atascan y las soluciones aparentemente milagrosas que soluciones situaciones inextricables.” Charles Édouard Jeanneret-Gris, Le Corbusier. Así, si además de hacer la deriva, dibujamos un itinerario ensortijado y lleno de dobleces, es cuando aplicamos la  teoría del meandro  de Le Corbusier. 

Archivo ANAGRAMA: 50 años de libros y lectores

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Tarde de verano,  con calor y tormentas, en una Barcelona todavía habitada por casi todos. Un encuentro que se anunció con poco tiempo pero que ha conseguido convocar a mucha gente relacionada o no con el mundillo editorial: escritores, periodistas, editores y, claro está, lectores, como yo. He llegado con antelación para tener un asiento. Vaya, he de escribir mis notas para este post en el móvil. Olvidé mi libreta en la moto, (alguna de las quinientas mil aproximadamente que tengo). Espero ponerle maña. Empieza el desfile y soy capaz de reconocer muchas caras: periodistas de cultura, escritores,...  Jorge Herralde ha llegado muy pronto y se pasea por la sala, acondicionada para el acto, de la planta superior de Laie. Va saludando a todos hasta que se queda apoyado en un rincón, y entabla una conversación con un amigo que parece entrañable. Lo tengo justo frente a mí y juego a pensar que me mira. Camisa rosa (habitual), sonrisa siempre puesta y las manos en los bolsi

"Lolita", de Vladimir Nabokov

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La novela de amor. Martes, 18 de junio 2019 Lolita, de Vladimir Nabokov. Andreu Jaume. Hoy tratamos sobre una novela excepcional, cuya publicación fue un escándalo en 1955 y supuso el agotamiento de la novela burguesa, o la novela romántica en torno al matrimonio.  Lolita , de Nabokov, presenta una gran complejidad desde el punto de vista moral. El personaje de la protagonista ha trascendido para convertirse en un nuevo mito. En una relectura actual de la obra, se ha vuelto mucho más subversiva que cuando fue publicada en 1955, en pleno esplendor del puritanismo norteamericano. A pesar de todo, es un novela de amor, de exploración de un amor prohibido que destruye la vida de una niña.  Ningún juicio moral será nunca más duro que el que el propio Nabokov inflige a su personaje, Humbert Humbert. Se trata de una tragedia moral que condena a dos seres a una destrucción cuyo único culpable es Humbert. Mientras espera que se abra juicio para su causa, escribe desde prisión