Cortázar y el Jazz




Un martes de septiembre, creo que fue el 17, cuando la luz del día se contrae lentamente, asistí con unos amigos y mucha curiosidad a una “Conferencia-Concierto” sobre Cortázar y el jazz, organizada por CaixaForum, Barcelona, en colaboración con Casa América Catalunya. En el anuncio del evento aparecía la famosa cita de Johnny Carter, protagonista del cuento “El Perseguidor”: 
“Esto ya lo toqué mañana”.
   Johnny es, en realidad, una encarnación del saxofonista Charlie Parker. Y es que gran parte de la obra de Cortázar está marcada por el jazz. Y la música aparece de distinta forma, tanto como información, referencia, o contexto. Y aunque el proceso culmina en su novela Rayuela, en “El Perseguidor” el jazz está presente como eje y centro de la narración. 
   Cortázar escribe un relato experimental en el que busca trasladar el jazz y sus “procedimientos creativos” a su prosa. Este cuento constituye un punto de inflexión en su escritura. Se publica en 1959, cuatro años después de la muerte del propio Charlie Parker. 
Podemos realmente leer jazz en estas páginas”, afirma el escritor y músico, Mario Catelli, quien dedica la conferencia a establecer un paralelismo entre la historia del jazz (que surge aproximadamente en 1917) y la biografía de Julio Cortázar, que nace en 1914 y descubre el jazz por primera vez a los once años de edad, a través de la radio. 
   Mario Catelli explica que en “El Perseguidor”, Cortázar juega con el tiempo de la narración, explora la dimensión del tiempo intentando emular el desarrollo del tiempo musical, rompiendo, como hizo Parker, los límites entre los “compases”, al crear el fraseo del be-bop. El resultado hizo que el jazz tradicional de Armstrong o Miller se abriera y creciera rítmicamente.
   Cortázar, fascinado por este nuevo mundo sonoro, experimenta con una historia de confrontación entre Johnny Carter (Parker) y Bruno, biógrafo y periodista que se empeña en comprender algo que es imposible: el tiempo en el que vive Carter (solo vive cuando toca). Es el primer cuento de Cortázar en el que toma un personaje y habla sobre él, y no sobre el acto mismo de contar.
    “El jazz es improvisación y se caracteriza por ser una música flotante.” 
Como dice Carter en el cuento, al tocar jazz cambia de lugar, se mete en el ascensor del tiempo. Su música es una improvisación llena de huidas.

   Durante la charla hemos escuchado al propio Charlie Parker improvisar con su saxo en algunos documentos sonoros.
Aquí, un fragmento del cuento en la voz que arrastra la erre de Cortázar, con música de fondo de Out of Nowhere, con Charlie Parker:


Fragmento del cuento en la voz de Cortázar


Y al final de la velada, el dúo formado por Albert Bover y Horacio Fumero nos transporta desde el piano y el contrabajo al universo contado por Julio Cortázar y nos sentimos cómplices y buscadores de algo, como él mismo señala:
Un poco lo que el personaje de “El Perseguidor” busca en el cuento, yo lo estaba buscando también en la vida.”

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