Archivo ANAGRAMA: 50 años de libros y lectores







Tarde de verano, con calor y tormentas, en una Barcelona todavía habitada por casi todos. Un encuentro que se anunció con poco tiempo pero que ha conseguido convocar a mucha gente relacionada o no con el mundillo editorial: escritores, periodistas, editores y, claro está, lectores, como yo. He llegado con antelación para tener un asiento. Vaya, he de escribir mis notas para este post en el móvil. Olvidé mi libreta en la moto, (alguna de las quinientas mil aproximadamente que tengo). Espero ponerle maña. Empieza el desfile y soy capaz de reconocer muchas caras: periodistas de cultura, escritores,... 

Jorge Herralde ha llegado muy pronto y se pasea por la sala, acondicionada para el acto, de la planta superior de Laie. Va saludando a todos hasta que se queda apoyado en un rincón, y entabla una conversación con un amigo que parece entrañable. Lo tengo justo frente a mí y juego a pensar que me mira. Camisa rosa (habitual), sonrisa siempre puesta y las manos en los bolsillos. Se va llenando la sala de bohemios elegantes que entran directamente, sin caer en la cuenta de que a su paso dejan atrás al protagonista del evento. Bastante gente se queda de pie. Se llevan a Herralde al centro y se pide silencio.


El encuentro ha sido organizado por la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Catalunya) con la colaboración de Librería Laie de Barcelona. Participan Jordi Amat, Milena Busquets y modera el periodista Víctor Fernández. La intención de la mesa redonda ha sido cerrar el curso literario con un encuentro para hablar sobre Anagrama y descubrir la historia de la editorial y del editor. No sé si al final se ha logrado del todo. 
Empiezan las anécdotas que cuenta Milena Busquets desde el recuerdo de cuando era niña y Herralde y su esposa visitaban su casa: “Jorge y Lali eran la pareja más glamurosa, más guay y más mítica de la época. Una pareja de lo más fascinante.” Luego resume la descripción de Jorge Herralde como “un buen tío, que arropa a sus autores". Jordi Amat comienza a hablar sobre la Barcelona de los inicios de la editorial y Herralde destaca las figuras de Carlos Barral y Josep Janés, que abrieron el camino para la edición de autores europeos. Luego explica que buscaban autores desconocidos pero de calidad para los que había que encontrar lectores. 

En referencia al archivo de Anagrama, comentan que es Lali Gubern quien se ocupa de su revisión y es ella quien destaca la abundante  correspondencia personal entre el editor y muchos de los autores, considerados amigos, Josep Ramon Llobera, Romà Gubern, Joaquim Jordà o Carmen Martín Gaite. Sobre el futuro de un legado tan importante, y flotando en el aire la reciente partida del archivo de la revista Ajoblanco al centro Botín de Santander, Herralde deja caer una crítica a las instituciones catalanas por el poco interés demostrado hasta ahora.“Queremos que el archivo vaya a un sitio lo menos parecido a un cementerio de libros”, dice en referencia a la Biblioteca de Catalunya, que sí compró el archivo de Tusquets. 


El verdadero editor es el armador de catálogo. Armar un catálogo implica no solo ir contra el mercado, sino y sobre todo dirigirse hacia un mercado al que no se le han ofrecido suficientes estímulos y así convertir, entre muchas comillas, a la religión de la buena literatura a lectores que estaban exentos de este vicio.”
Jorge Herralde. Editor y fundador de Anagrama.




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