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Pedro Salinas y los pronombres: Cartas a Katherine Whitmore.

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Cartas a Katherine Whitmore  recoge el epistolario (1932-1947), seleccionado y prologado por Enric Bou. Se incluyen 151 de las 354 cartas que Pedro Salinas envió a su gran amor, Katherine Whitmore, (Kansas, 1897-1982), hispanista y profesora norteamericana. Pedro Salinas se enamoró de Katherine en Madrid durante un curso de verano, en 1932, en el cual el profesor era él. Ella confiesa que llegó tarde a la primera sesión, ocupó un asiento desde el que veía mal al ponente y al terminar, salió corriendo y sin hablar con nadie.  En 1937 Kate decide acabar la relación al enterarse de que la mujer de Salinas, Margarita Bonmatí, había intentado suicidarse. Son los años de la Guerra Civil, el poeta vive exiliado en EEUU. En 1939 ella se casa con un profesor de su universidad.  Pedro Salinas y Kate se ven después en varias ocasiones, la última de ellas en 1951, solo tres meses antes de la muerte del poeta. Este epistolario ha sido secreto hasta que Katherine Whitmore donó las cartas

Había un cielo maravilloso

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Vuelvo a la lectura de las  Cartas a Katherine Whitmore  del poeta Pedro Salinas, en la edición de Enric Bou (Tusquets Editores). Vuelvo a ellas cada vez que siento vértigo y me envuelve la melancolía. La recompensa es inmediata, me hace pensar en la figura del interlocutor verdadero, añorado desde la primera edad, que Carmen Martín Gaite desvela en  El cuento de nunca acabar,  ese que se aparta de los falsos interlocutores que nos obligan a la narración forzada. Todo en estas cartas de amor de Pedro Salinas a Katherine es verdadero, incluso el universo cerrado y clandestino creado por ellos. En una de las primeras cartas manuscritas, Salinas describe de manera intimista el momento del día al que califica de “Entrada al milagro”. Y yo siento cierto alivio ante el vértigo cuando el texto despliega toda su capacidad de espejo: Madrid, 7 de agosto de 1932 ¡Sí, Katherine, qué terrible, la salida de la clase, ayer, yo solo! Había un cielo maravilloso de esos cielos