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Mostrando entradas de enero, 2019

Carlos Zanón. Carvalho. Problemas de identidad.

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Carvalho. Problemas de identidad Carlos Zanón Editorial Planeta 352 páginas. Carlos Zanón (Barcelona, 1966) aceptó un encargo literario muy especial y nada fácil: resucitar a Pepe Carvalho, el detective mítico creado por Vázquez Montalbán. La publicación de  Carvalho. Problemas de identidad  se ha hecho esperar porque la expectación creada era alta, tanto para los lectores de Zanón, entre los que me encuentro, como para los fieles seguidores de la saga del desencantado investigador privado.  Pues bien, el proceso de actualización del mito se ha cerrado favorablemente y Zanón lo consigue sin traicionar su propia identidad como autor. Lo consigue con un gran despliegue de recursos y juegos metaliterarios. Ya se encarga el autor de dejarlo claro: en cada entrevista y en cada referencia a la novela, Zanón insiste en que quería hacer un libro suyo y que ha tenido mucha libertad. ¡Prueba superada! El resultado es un libro cien por cien Carlos Zanón. Alguno de los rasgos di

Enmudecer

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Releyendo la novela de José María Guelbenzu, por razones que no vienen ahora a cuento, El río de la luna , en la edición de Ana Rodríguez Fischer en Cátedra, he tropezado con una cita sobre la timidez que me parece extraordinaria: …”Fidel nunca fue un tímido. O probablemente lo fuera, pero pertenecía a esa clase de personas cuya voluntad de vivir convierten la timidez en una forma peculiar de audacia…”                     ENMUDECER Aquella tarde de agosto, como cada jueves, esperábamos la visita de tía Ángela. Llegaba con el rostro húmedo de sudor, la respiración jadeante y sincopada como la de un perro. Me saludaba con dos besos y dejaba el rastro de rojo carmín en mis mejillas.  Y a continuación pronunciaba el sortilegio: —Esta nena nunca habla. Es muy vergonzosa. Parece muda. Luego sacaba del bolso un abanico y aireaba efluvios de perfume de azahar a su alrededor. El piso de la calle Miraflores era en los veranos un horno de los que tienen un respiradero. Era una pla

Pedro Salinas y los pronombres: Cartas a Katherine Whitmore.

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Cartas a Katherine Whitmore  recoge el epistolario (1932-1947), seleccionado y prologado por Enric Bou. Se incluyen 151 de las 354 cartas que Pedro Salinas envió a su gran amor, Katherine Whitmore, (Kansas, 1897-1982), hispanista y profesora norteamericana. Pedro Salinas se enamoró de Katherine en Madrid durante un curso de verano, en 1932, en el cual el profesor era él. Ella confiesa que llegó tarde a la primera sesión, ocupó un asiento desde el que veía mal al ponente y al terminar, salió corriendo y sin hablar con nadie.  En 1937 Kate decide acabar la relación al enterarse de que la mujer de Salinas, Margarita Bonmatí, había intentado suicidarse. Son los años de la Guerra Civil, el poeta vive exiliado en EEUU. En 1939 ella se casa con un profesor de su universidad.  Pedro Salinas y Kate se ven después en varias ocasiones, la última de ellas en 1951, solo tres meses antes de la muerte del poeta. Este epistolario ha sido secreto hasta que Katherine Whitmore donó las cartas

Robert Walser. El paseo

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ROBERT WALSER (1878-1956) EL PASEO Traducción del alemán de Carlos Fortea Ed. Siruela Y por doquier, sobre todas estas cosas, el amable sol del atardecer El poeta abandona su “cuarto de los escritos”, abandona su tarea y hace una declaración de intenciones desde la primera línea:  “ Declaro que una hermosa mañana, ya no sé exactamente a qué hora, como me vino en gana dar un paseo, me planté el sombrero en la cabeza, abandoné el cuarto de los escritos o de los espíritus, y bajé la escalera para salir a buen paso a la calle.” Así, el lector le acompaña en todo el recorrido y atiende la narración del paseante, que a menudo duda, imagina, asocia, juzga y sobre todo, reflexiona, se rebate a sí mismo. Los lectores participamos y disfrutamos del paseo. Asistimos a sus encuentros, entramos en la librería, en el banco, en la oficina de correo, en casa de la señora Aebi, que invita al protagonista a comer, nos adentramos en el bosque,.. Y, a pesar de que nos sentimos desorie