HISTORIAS DEL EVELYNE I
Mi padre, Carlos Santos Martí, el Litus, por aquel entonces mandaba el barco Mercedes , el primero que tuvo en propiedad el señor marqués. Al ver que mi salud era cada día más precaria, papá pudo hablar con el administrador y rogarle que llamara a un médico para que me visitara y fue este doctor quien me recomendó la vida de marino. De esta manera pude entrar en la barca que mi padre mandaba y con la que malvivía de las propinas y vendiendo por las calles del barrio lo que se pescaba de hurtadillo. Así, a los 13 años estaba yo con pantalones cortos metido en una enorme barca de pesca, mareado y oliendo a tripas de pescado. Recuerdo cuando al enfilar la bocana del antiguo puerto de la Barceloneta ya soñaba con gobernar un barco grande y hacerme a la mar en un mercante o algo así. La vida entonces era muy dura para nosotros. Mi padre apenas podía encargarse de mí. Cuando el mal tiempo no permitía que saliéramos a pescar, me llevaba con él a recorrer los antros del barrio, con e