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Carlos Zanón. Carvalho. Problemas de identidad.

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Carvalho. Problemas de identidad Carlos Zanón Editorial Planeta 352 páginas. Carlos Zanón (Barcelona, 1966) aceptó un encargo literario muy especial y nada fácil: resucitar a Pepe Carvalho, el detective mítico creado por Vázquez Montalbán. La publicación de  Carvalho. Problemas de identidad  se ha hecho esperar porque la expectación creada era alta, tanto para los lectores de Zanón, entre los que me encuentro, como para los fieles seguidores de la saga del desencantado investigador privado.  Pues bien, el proceso de actualización del mito se ha cerrado favorablemente y Zanón lo consigue sin traicionar su propia identidad como autor. Lo consigue con un gran despliegue de recursos y juegos metaliterarios. Ya se encarga el autor de dejarlo claro: en cada entrevista y en cada referencia a la novela, Zanón insiste en que quería hacer un libro suyo y que ha tenido mucha libertad. ¡Prueba superada! El resultado es un libro cien por cien Carlos Zanón. Alguno de los rasgos di

Enmudecer

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Releyendo la novela de José María Guelbenzu, por razones que no vienen ahora a cuento, El río de la luna , en la edición de Ana Rodríguez Fischer en Cátedra, he tropezado con una cita sobre la timidez que me parece extraordinaria: …”Fidel nunca fue un tímido. O probablemente lo fuera, pero pertenecía a esa clase de personas cuya voluntad de vivir convierten la timidez en una forma peculiar de audacia…”                     ENMUDECER Aquella tarde de agosto, como cada jueves, esperábamos la visita de tía Ángela. Llegaba con el rostro húmedo de sudor, la respiración jadeante y sincopada como la de un perro. Me saludaba con dos besos y dejaba el rastro de rojo carmín en mis mejillas.  Y a continuación pronunciaba el sortilegio: —Esta nena nunca habla. Es muy vergonzosa. Parece muda. Luego sacaba del bolso un abanico y aireaba efluvios de perfume de azahar a su alrededor. El piso de la calle Miraflores era en los veranos un horno de los que tienen un respiradero. Era una pla

Pedro Salinas y los pronombres: Cartas a Katherine Whitmore.

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Cartas a Katherine Whitmore  recoge el epistolario (1932-1947), seleccionado y prologado por Enric Bou. Se incluyen 151 de las 354 cartas que Pedro Salinas envió a su gran amor, Katherine Whitmore, (Kansas, 1897-1982), hispanista y profesora norteamericana. Pedro Salinas se enamoró de Katherine en Madrid durante un curso de verano, en 1932, en el cual el profesor era él. Ella confiesa que llegó tarde a la primera sesión, ocupó un asiento desde el que veía mal al ponente y al terminar, salió corriendo y sin hablar con nadie.  En 1937 Kate decide acabar la relación al enterarse de que la mujer de Salinas, Margarita Bonmatí, había intentado suicidarse. Son los años de la Guerra Civil, el poeta vive exiliado en EEUU. En 1939 ella se casa con un profesor de su universidad.  Pedro Salinas y Kate se ven después en varias ocasiones, la última de ellas en 1951, solo tres meses antes de la muerte del poeta. Este epistolario ha sido secreto hasta que Katherine Whitmore donó las cartas

Robert Walser. El paseo

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ROBERT WALSER (1878-1956) EL PASEO Traducción del alemán de Carlos Fortea Ed. Siruela Y por doquier, sobre todas estas cosas, el amable sol del atardecer El poeta abandona su “cuarto de los escritos”, abandona su tarea y hace una declaración de intenciones desde la primera línea:  “ Declaro que una hermosa mañana, ya no sé exactamente a qué hora, como me vino en gana dar un paseo, me planté el sombrero en la cabeza, abandoné el cuarto de los escritos o de los espíritus, y bajé la escalera para salir a buen paso a la calle.” Así, el lector le acompaña en todo el recorrido y atiende la narración del paseante, que a menudo duda, imagina, asocia, juzga y sobre todo, reflexiona, se rebate a sí mismo. Los lectores participamos y disfrutamos del paseo. Asistimos a sus encuentros, entramos en la librería, en el banco, en la oficina de correo, en casa de la señora Aebi, que invita al protagonista a comer, nos adentramos en el bosque,.. Y, a pesar de que nos sentimos desorie

Había un cielo maravilloso

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Vuelvo a la lectura de las  Cartas a Katherine Whitmore  del poeta Pedro Salinas, en la edición de Enric Bou (Tusquets Editores). Vuelvo a ellas cada vez que siento vértigo y me envuelve la melancolía. La recompensa es inmediata, me hace pensar en la figura del interlocutor verdadero, añorado desde la primera edad, que Carmen Martín Gaite desvela en  El cuento de nunca acabar,  ese que se aparta de los falsos interlocutores que nos obligan a la narración forzada. Todo en estas cartas de amor de Pedro Salinas a Katherine es verdadero, incluso el universo cerrado y clandestino creado por ellos. En una de las primeras cartas manuscritas, Salinas describe de manera intimista el momento del día al que califica de “Entrada al milagro”. Y yo siento cierto alivio ante el vértigo cuando el texto despliega toda su capacidad de espejo: Madrid, 7 de agosto de 1932 ¡Sí, Katherine, qué terrible, la salida de la clase, ayer, yo solo! Había un cielo maravilloso de esos cielos

"La felicidad clandestina", un cuento de Clarice Lispector

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Editorial Siruela  Cuento intimista narrado en primera persona por una voz que ve la realidad desde su mirada infantil, en ese umbral que lleva desde la niñez a la adolescencia. Es la etapa de los grandes descubrimientos, de los procesos de exploración y búsqueda hacia el mundo adulto. La protagonista narra una anécdota del pasado y describe las sensaciones experimentadas como respuesta a la crueldad infligida por la niña antagonista. Y es que la narradora nos adelanta asombrada un rasgo distintivo de “ esa niña”: “Pero qué talento tenía para la crueldad.” El cuento presenta la estructura común en tres partes (planteamiento, nudo y desenlace), narradas desde el flujo de conciencia de la protagonista. Se nos muestra un abanico de emociones a partir de la pasión por la lectura que va desde el júbilo ante la expectativa de obtener el premio, el libro deseado, a la rara y disciplinada conformidad ante el continuo aplazamiento del momento. Vivimos la alegría de la v

Shakespeare y lo trágico: Hamlet

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Miércoles, 5 de diciembre de 2018 Institut d´Humanitats La tragedia I Shakespeare y lo trágico:  Hamlet Andreu Jaume   “Hamlet y Horacio, ante el sepulturero  y la calavera de Yorick” Eugène Delacroix (1839) Buenas tardes, Andreu Jaume describe a William Shakespeare (1564-1616) como un fenómeno en sí mismo inexplicable. Es el gran renovador de la Literatura desde el Renacimiento. De niño, vio llegar a Stratford las primeras compañías de teatro moderno. En aquellos tiempos, la tradición de las comedias senequistas propició el cultivo de un teatro en inglés. Años después, junto a Marlowe, logra llevar al teatro inglés a una cierta universalidad. Shakespeare crea para el inglés, una casa. (Ciertamente, esta frase solo puede ser de Andreu Jaume).  La propia voz del poeta inglés nace de la imitación de Marlowe, quien brillaba en la escena londinense cuando Shakespeare llega a Londres a trabajar como actor y queda admirado por su obra. Se familiariza con el tea