"Desde mi celda", Juan Antonio Masoliver

Jueves de noviembre, en una Barcelona gélida, presenta nuevo libro Tono Masoliver, el poeta, el crítico, mi profesor. Su editora, en la introducción, intenta transmitir la emoción que sintió cuando leyó de corrido las cincuenta primeras páginas del manuscrito. Y con humor comenta el eterno “mi último libro” con el que el autor se refiere siempre al nuevo. Luego, Sergio Vila-Sanjuán nos habla de la memoria como materia prima, como una parte fundamental y afirma que este libro es “Tono en esencia pura, con su aspereza, con su ternura y honda reflexión”. Apunta que ante todo, es una crónica familiar de los Masoliver; que nos descubre a un gran personaje, el tío Juan Ramón, que era corresponsal y tenía una gran biblioteca. Pero además es un libro de amigos, de amores, el balance de una vida. Ya lo sé, porque el profesor Masoliver ha dicho alguna vez que la vejez le invita a olvidar y a reconstruir parte del olvido. También estas memorias tienen algo de novela picaresca.

Cuando por fin toma la palabra el autor, lo hace con un guiño a la Literatura, así, con mayúscula. “Lo mío no son memorias al uso, quería que se confundieran con la ficción, que tuvieran un interés narrativo”. Y sigue con la marca de la casa: “El humor es fundamental, sea corrosivo o no.” “No hay veneno en este libro.” “Los críticos leemos los libros de una manera diferente, Yo he pagado un precio como poeta, porque mi prestigio es como crítico.”  Y dicen que un crítico nunca puede ser un creador.