Un mundo como después de un diluvio. Juan Mayorga
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Manuel Quejido Umzug (Mudanza) |
Así comienza el relato de las peripecias del protagonista de Intensamente azules, comedia de Juan Mayorga, interpretada por César Sarachu. Se trata de su quinto montaje como director y la obra se mueve entre la imaginación, los sueños y la realidad. He visto la obra en el Teatro de la Abadía y he leído en una entrevista a Juan Mayorga que:
“A través de esas gafas se ve un mundo sumergido, un mundo como después de un diluvio, que da lugar a una ocasión para la renovación, para que todo sea visto de un modo nuevo y cambie”.
Hoy he decidido ponerme las gafas de mirar azul para atreverme a observar el mundo con otros ojos y ver lugares diferentes, no solo del paisaje, también para buscar en los recovecos, en las aristas y las dobleces; en definitiva, mirar en aquellos rincones donde nos duele pero que no se dejan ver. Y al colocarme las gafas de bucear y abrir los ojos, lo primero que ha aparecido ante mí han sido las carencias, aquellas necesidades más urgentes. Con las gafas puestas puedo verbalizarlas de alguna manera. Son cuatro:
- Necesidad de detener el devenir del tiempo, tras muchos años de inmovilidad.
- Necesidad de apartarme, de tomar distancia para verlo todo más claro desde los márgenes de la cotidianidad.
- Necesidad de cambio, de escaparme, de vivir una realidad imaginada.
- Necesidad de crear, de experimentar con el proceso creativo.
Desde que las llevo puestas, las gafas intensamente azules me han devuelto sensaciones que, inexplicablemente, me resultan muy gratas: caminar hacia ningún lugar, inspirar profundamente el aire frío para volver a respirar, la reflexión continuada. Y es que las ideas, si no se verbalizan porque no hay nadie al otro lado, entonces no se evaporan, no se difuminan y ocurre que todo lo que pienso y siento se queda dentro.
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