Christopher Homm, una novela de Charles Hubert Sisson.

Christopher Homm 
de C.H. Sisson (1914-2003)


Alba editorial rescata la novela Christopher Homm (1965) en esta edición de enero 2019, dentro de la colección Rara Avis, traducida por Catalina Martínez Muñoz. La obra consta de una “Nota al texto”, poema de cinco estrofas sobre el sentido de la existencia que precede a los 31 capítulos que narran en tercera persona el devenir de una vida, la del protagonista Christopher Homm.
La originalidad consiste en que un narrador cuenta la vida de un hombre común, de clase trabajadora, pero en orden cronológico inverso; es decir, desde su muerte, en el capítulo I “Era un dechado de amabilidad cuando se desplomó en la gravilla.”hasta su nacimiento, en el capítulo XXXI “...de haber sabido lo amargo que sería su viaje, no habría venido al mundo.”
La técnica que utiliza es la de retroceder en el tiempo narrando episodios (uno por capítulo) importantes de la vida del protagonista: su muerte, el entierro y muerte de su mujer, el nacimiento de su hija, la boda, el noviazgo, la adolescencia, la infancia, …La muerte es el punto de partida pero no es el punto final. Y lo hace con verdadero esmero en los enlaces entre las secuencias narradas, por ejemplo, con partículas espacio-temporales: “Cuandovivía Felicia…”Así, desde el entierro de su mujer retrocede a la enfermedad de Felicia y lo hace con el nexo de espacio: la casa, cuando vuelve a casa tras el entierro. El retroceso crea una nueva forma de suspense, porque el tiempo del relato no avanza, sino que retrocede; así, sabemos lo que ha pasado antes de preguntarnos lo que pasará. Conocemos las consecuencias antes que las causas, los presagios se confirman antes de ser anunciados. Los finales de los capítulos son especialmente sugerentes y algunos vienen cargados de ironía. Queda expresado el rasgo más distintivo de Homm desde que era un niño pequeño: “Siempre ha preferido el pensamiento a la acción.” “Su única manera de pensar era mirar”. 
La vida de Homm es una vida mediocre, sin aspiraciones, cargada de rutinas de convivencia familiar que revelan toda una serie de expectativas no cumplidas. El narrador muestra rasgos de la personalidad de Homm a partir de breves pinceladas desde su pensamiento: “Había dejado de ser un hombre expresivo”.“Miró a su alrededor sin comprender por qué había pagado el viaje a tanta gente. De todos modos, estaba convencido de que eso le honraba.” Frente a la actividad de Felicia, su esposa, él se retrata como inactivo. Ella cae de repente en una inmensa apatía “antinatural”, que la llevará a la muerte.
Homm a menudo duda, se debate entre un planteamiento a doble posibilidad, imaginando ambas situaciones y; al final, se decide por una: “Sopesó las aterradoras circunstancias que estaba viviendo” “Decidió hablar con ella.” Cuando Christopher Homm descubre que sus errores levantan compasión, urde un plan para y empieza a simular que es un incompetente en el trabajo. En este sentido, nos recuerda la novela de Robert Walser,Jakob von Gunten, por lo que al aprendizaje de cosas absurdas se refiere, y todo con la finalidad de desaprender o de aprender a ser nadie, ser un cero a la izquierda. El protagonista tiene la misma vocación de anularse y llegar a ser lo mínimo. Pero en esta novela aparece cierto sentido del orgullo y de la propia dignidad. Homm tiene la intención de que el señor Wilson, su jefe, lo despida del almacén y así pueda jubilarse. Otro ejemplo es cuando se decide a buscar un trabajo estable y el hecho de encontrarlo en el almacén “significó para C.H. renunciar a una idea de sí mismo.” Antes, tras el anuncio a su mujer de que iba a buscar un empleo estable: “su primera medida fue instituir una visita diaria a lugares donde se anunciaban trabajos que tenía pocas probabilidades de obtener”. Recurre con frecuencia a planes absurdos con el fin de llevar la contraria a Felicia, quien lo ningunea y desprecia sus “peroratas” sobre Filosofía. 
Ciertamente, la vida de Homm es un ejemplo de mediocridad e insustancialidad, pero no exento en ocasiones de mezquindad. Homm prefiere siempre su propio mundo, su burbuja.“Christopher se despojaba de su majestuosidad para gatear con sus nietos en el universo de debajo de la mesa, que prefería al mundo de arriba”. 
Siempre en sentido inverso, sabemos que Homm ha llevado a cabo una especie de salvación; de alguna manera, se había reformado. El ardor empieza a aminorar y los dolores y achaques de los años le hacen ser más prudente. En los años en los que vive solo y soltero, tras abandonar a su familia, Homm se instala en un cuarto humilde y sucio; cuya casera, la señora Seemelee, viuda de 45 años, despierta en Homm cierta atracción. En su cuarto era “casi feliz con la regularidad de su vida sencilla”. El breve encuentro amoroso tiene algo de ternura más que de sordidez.“En su placer, se hizo la ilusión de que estaba recibiendo cariño”.
Tal vez la etapa de la vida de Homm donde aparece más desprotegido y débil es en la infancia. Su aspecto físico y su manera de proceder, así como la relación con su padre, son presagio de todas las derrotas que le va a deparar la vida. Así cobra todo el sentido la última frase de la novela: “De haber sabido lo amargo que sería su viaje, no habría venido al mundo.”
Por último, debemos destacar los potentes rasgos de estilo que hacen de la novela una pieza maestra por su originalidad. Así, abundan las descripciones originales: La boca de su hija Sophie “era un orificio ciego, diseñado para recibir alimentos y convertido por la costumbre en conducto para la emisión del lenguaje.”/“La cabeza de Felicia era la grotesca campana de una chimenea.” Y las comparaciones “...eran como los delegados de una empresa muy importante envueltos en el valor de sus acciones”. Otras veces, en los juegos descriptivos cargados de ironía, aparecen rasgos de la personalidad de Homm: “Cuanto más se asemejaba su traje a un caparazón, más delataban sus facciones una incertidumbre moral que debía disimular o poner a raya.”


Christopher Homm (1965) fue la segunda novela de las dos únicas que publicó Charles Hubert Sisson (1914-2003), autor de veinticinco libros de poesía, publicados a lo largo de toda su vida literaria, desde 1961 hasta 1998. De formación humanística, fue profesor de Filosofía en Bristol, traductor de obras clásicas y crítico literario, actividades en las que obtuvo un gran reconocimiento. En su primera novela, An Asiatic Romance, de 1953, narra en forma de sátira su experiencia militar en la India, país al que fue destinado durante la Segunda Guerra Mundial.

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