La ciudad contada
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Relatar una ciudad es más fácil si se trata de Barcelona, cuyos ecos literarios cuentan con una extensa tradición, pero lo es más todavía si se repasa la potencia literaria de una ciudad que, en manos de grandes escritores, ha sido mucho más que mero escenario de novela para convertirse en personaje mismo.
Y es que Barcelona se siente cómoda en el imaginario literario.
La ficción ha reflejado Barcelona desde ángulos diferentes, dando lugar a múltiples versiones de la ciudad que conforman un mosaico (o mejor dicho, un trencadís) de piezas irregulares que, sin embargo, acaban encajando a la perfección. Y forman una superficie reconocible, con personalidad propia.
Barcelona ha conseguido crear un espacio
imaginario en el que devenir ficcionalmente algunos hechos del pasado más
entrañable. Baste recordar los episodios del Quijote, donde la ciudad aparece en toda su plenitud. Y otras
escenas de la tradición literaria como los eternos enfrentamientos de clase,
las barricadas, el Liceo, el piso de la calle Aribau, la Plaza del Diamante,
las Ramblas, el Carmelo, o el Eixample
diseñado en cuadrícula.
En
la disposición de la estructura urbana en cuadrículas, las manzanas no son
cuadradas; ya que, para facilitar la visibilidad, en las esquinas se cortaron
los ángulos en forma de chaflán. Esta imagen me
llevó a pensar en un título mágico: La ciudad de las esquinas robadas. Es
un título que crea misterio y que me devuelve a la obra de Italo
Calvino, Las Ciudades invisibles,
con sus nombres femeninos y sus relatos sugerentes. Utiliza muchos adjetivos
para las ciudades que asomaban también como creadores de atmósfera. Así, la
ciudad podría aparecer a veces: detenida, infeliz,
sutil, filiforme, desvanecida, escondida, invisible, suspendida, latente,
demorada, imposible, concéntrica, telaraña, abatida; quizá ser ciudad de los
deseos, de la memoria, del intercambio, del trueque. Recuerdo ahora en uno de
los relatos de Calvino, una ciudad periférica de sí misma, en la que el centro
puede estar en todas partes y las afueras pueden estar ahí dentro. Y otra que
podría ser cualquiera, donde se intercambian
los recuerdos, la memoria, los deseos, los recorridos y los destinos.
Revista PDÂ |
La ciudad contada, artículo aparecido en la
Revista Playa de Ákaba, n. 1
Abril, 2015. Barcelona, animal literario
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