La transparencia: "Una derrota bastante honrosa", de Iris Murdoch

 


Figuras de la santidad moderna, 15 de diciembre de 2022.

La transparencia: Una derrota bastante honrosa, de Iris Murdoch

Andreu Jaume.



Iris Murdoch (1919-1999) pertenece a la constelación de escritores que en la posguerra trataron de buscar una salida al enorme colapso político, moral y estético en que había entrado la cultura europea. Se licenció en Lenguas Clásicas en la Universidad de Oxford. Además, cursó estudios de Filosofía en Cambridge, donde entró en contacto con el grupo de Ludwig Wittgenstein y se formó de acuerdo con su pensamiento filosófico.

En cuanto a sus referentes, Iris Murdoch siempre se movió entre dos extremos aparentemente irreconciliables: Platón (con las ideas sobre el lenguaje) y el propio Wittgenstein, que fue el primero en sistematizar el malestar por el lenguaje que experimenta la cultura y en formular la gran cuestión de que los límites del hombre son los límites de su lenguaje (el ser humano como criatura encerrada en la jaula del lenguaje con la que intenta dominar el mundo.)

IM rescató a Platón en sus estudios cuando era considerado un filósofo meramente literario o poético, y se fijó en la cuestión de la expulsión del artista de la República, cuestión que está en su propia concepción de la novela. Empezó escribiendo filosofía moral y en especial la filosofía de la conducta y sobre la pregunta de si es posible cambiar, si es posible transformarse moralmente. Plantear esa pregunta suponía un desafío en el contexto de la época. Se planteó volver a pensar los fundamentos de la filosofía moral, lo cual supuso volver a pensar el bien en un mundo sin dios, tras el totalitarismo y la tragedia de la guerra. IM propone un tipo de novela que sale al mundo a tratar de convencer de que es posible el cambio, de que cumple una función democrática o política. Para ello se alió a dos modelos o corrientes novelísticas: la gran novela del XIX y William Shakespeare.

Todas sus novelas se pueden resumir con un planteamiento, una dialéctica entre el artista, que utiliza su magia para manipular, transformar; y el santo, como alguien que se repliega y renuncia a esa magia en favor del amor. Murdoch utilizó sus novelas para dramatizar sus ideas filosóficas y poder explorar en el campo de la filosofía moral.

 

Una derrota bastante honrosa (1970)

En todas las novelas de Iris Murdoch late la tradición de la gran comedia social británica, utiliza recursos propios del culebrón o del folletín y del thriller para llevar al lector a problemas morales de mayor enjundia, con tramas enrevesadas, con muchos personajes. Destacan la gran capacidad dramática para crear voces y la maestría del diálogo, de los matices.

Una derrota bastante honrosa cuenta la historia de un pequeño grupo social, formado por gente de clase media alta, ilustrada; ambientada en su propia época (años 60-70), con varias tramas amorosas y de amistad. Presenta aquí a un matrimonio formado por Hilda y Rupert que celebra su vigésimo aniversario de boda. Él es un alto funcionario del estado que está escribiendo un ensayo filosófico sobre las ideas del Bien, que curiosamente se parecen a las ideas de la propia Iris Murdoch. Todo es felicidad hasta que aparece un tal Julius King, un antiguo amigo que vuelve de EEUU donde ha trabajado como bioquímico y que emana un extraordinario magnetismo para todos. Su presencia altera e hipnotiza a todo el mundo. También aparece Morgan, hermana de Hilda, ex mujer  de Tallis, y que mantuvo una relación con el mismo Julius. La partida está servida.

Morgan le habla a su hermana Hilda de estos dos hombres (Tallis y Julius) de la siguiente manera:

Tallis carece de vida interior y de un auténtico concepto de sí mismo. Hay en él una especie de vacío. Solía yo creer que Tallis esperaba algo pero luego decidí que no. A veces su manera de ser casi me asustaba. Es oscuro y, sin embargo, sin misterio. Julius, en cambio, es tan abierto y tan claro y a la vez misterioso y excitante.

Tallis Brownie es uno de los personajes más bondadosos que aparecen en las novelas de IM. Con él se propuso representar el Bien y en esta coreografía de voces, consigue que Tallis tenga una transparencia de alguien que no se sustrae a nada. Él es así, existe de ese modo, vive en una casa desastrada en Londres, es educador dedicado a causas imposibles, pero sin prurito militante, simplemente está en mundo de una manera distinta. Ha tenido un matrimonio infeliz con Morgan que Julius acabó rompiendo definitivamente.

Y ahora, a su vuelta, Julius King se dispone a distorsionarlo todo. Afirma que cualquier relación amorosa puede romperse fácilmente, que los seres humanos son buscadores de sustitutos, que no entran en profundidad en ningún encuentro y que todo es una forma de vanidad. Así, Julius King se inventa un juego de cartas cruzadas y hace creer a Rupert que su cuñada Morgan está enamorada de él y viceversa. También manipula otras relaciones entre los personajes de la novela. Julius lo destruye todo, lo manipula todo.

Sin embargo, al único que no consigue manipular es a Tallis. Son dos arquetipos opuestos, uno es el artista (el que crea, manipula) y el otro es el santo, el que está en el mundo solo esperando a que vuelva Morgan y tratando de cuidar a su padre, enfermo de cáncer,  y a todos a su alrededor.

Al final el debate esencial es Morgan, quien en esta fábula es la representante del alma humana, que oscila entre dos polos, entre la atracción del mal (Julius) y la otra fuerza espiritual que es Tallis, el bien. Queda una reflexión extraordinaria sobre el funcionamiento espiritual del mundo, donde la vida moral sigue teniendo una grandísima importancia.




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