"La guerra del fin del mundo", de Mario Vargas Llosa.




Novela y guerra. 24 de abril 2020.
La guerra del fin del mundo, de Mario Vargas Llosa
Domingo Ródenas.

Buenas tardes, amigas y amigos.
Andreu Jaume presenta desde casa al conferenciante de hoy. Seguimos con este formato online y contamos con Domingo Ródenas para hablar de la novela de Mario Vargas Llosa, La guerra del fin del mundo, que recrea la guerra de Canudos, en Brasil, a finales del siglo XIX. Domingo Ródenas es profesor de Literatura Española y Europea en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) y un extraordinario hispanista. “Es un hombre modesto, un hombre infatigable, con una obra impresionante”, afirma Andreu Jaume, “ha editado a numerosos autores, clásicos y contemporáneos, desde Unamuno a Cercas, y especialista en vanguardias, en ensayo. Es la primera que habla en el Institut d´Humanitats. y por eso queremos darle una bienvenida especial."
    “Muchísimas gracias por la hiperbólica presentación, que todavía recrudece más mi propia modestia.” Tras el agradecimiento Domingo Ródenas apunta que quiere compartir el asombro, la pasión con la que leyó esta novela en el momento en que se publicó, en el año 1881. 
“Leí con furor y perplejidad la capacidad para construir con los elementales mimbres de ciertas estructuras narrativas y de las palabras un mundo poliédrico, remoto y arrastrarnos al interior de esa demencia colectiva en que se convierte la historia que nos cuenta. Al preparar esta conferencia me sentí feliz por regresar a una de las lecturas de deslumbramiento que se hacen en la juventud.”

La guerra del fin del mundo, publicada por Seix Barral en 1981, es la octava novela de Mario Vargas Llosa. Por primera vez, el autor abandona el espacio de su país y el tiempo contemporáneo para contar una historia real que tuvo lugar en Brasil a finales del siglo XIX: la experiencia mesiánica de Antonio Consejero, un iluminado que predica contra la república y contra la modernidad. La historia de Canudos es la de una rebelión bárbara, de inspiración ultracatólica que logra poner en jaque al gobierno republicano arrastrando a los desheredados del nordeste brasileño. 
   Vargas Llosa realiza un esfuerzo extraordinario de documentación, apoyado en un texto fundacional: Os Sertões, de Euclides da Cunha. Era una historia de fanatismo que para el escritor peruano resulta casi novelesca de entrada. Vargas descubre en la resolución del conflicto 1896-98 un montón de despropósitos. El joven estado subestimó la fortaleza de la fe, de las convicciones profundas. Tras dos expediciones fallidas, el estado manda una tercera que también fue derrotada y su comandante, decapitado. La tragedia desencadena la reacción vengativa con una cuarta expedición que fue de arrasamiento completo de los seguidores de Consejero. El objetivo ahora no era derrotar, sino arrasar, sin tomar prisioneros. La novela tiene escenas escalofriantes. Vargas se encuentra con estos hechos históricos y escribe un guion en Barcelona, con el director de cine brasileño Ruy Guerra, un guion centrado en la tercera expedición, titulada “Los papeles de infierno”.
   Mario Vargas Llosa organiza su narración con una estructura de alternancia de historias paralelas. Aborda las consecuencias que puede acarrear una mala gestión política, pero no se conforma con eso. De un lado están las consideraciones políticas, pero por otro, están los intereses particulares de aquellos que promueven esa rebelión, e incluso los impulsos primarios de sus personajes, por ejemplo el barón de Cañabrava, terrateniente de Bahía.
El periodista que encarna el cronista Euclides da Cunha mantiene una conversación con el barón, en la que le pide trabajo en su periódico. La conversación se fragmenta en distintas secuencias que se van a montar junto con secuencias bélicas. El contrapunto es magnífico, porque por un lado tenemos el acceso directo a los hechos de guerra; por otro, tenemos el comentario reposado y la valoración de un testigo directo y; a la vez, el punto de vista de quien no estuvo en la barbarie. Se van alternando los dos escenarios: el salón donde tiene lugar la conversación y el escenario del horror. 
Cuando se marcha el periodista (cargado de dignidad), el barón tiene una reacción extraña que el autor no quiere explicar, pero que busca la incomodidad del lector: el barón de Cañabrava sube a la estancia de su esposa, agrede y viola a la criada y trae a su mujer para que participe y sea testigo de la violación. El resultado es una escena aberrante de violencia sexual que pone de manifiesto como un supuesto racionalista y se comporta como cualquiera de los salvajes que se habían levantado contra la república.

La novela es una impugnación seria de toda forma de fanatismo. Es un producto literario de una extraordinaria beligerancia en contra de cualquier fe absoluta, una crítica vehemente y sin moraleja contra el fanatismo y el utopismo. En síntesis, aun la complejidad de la novela, conviene verla como una muy elaborada reflexión de Vargas sobre la imposibilidad de vencer al fanatismo desde otro fanatismo.

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