Martes literarios. José Ovejero

 

Paraninfo de la Magdalena.

UIMP. 12 de julio 2022




Cursos de verano en Santander. Un curso, el de Mircea Cărtărescu, que no fue. El escritor rumano no pudo viajar por dar positivo en Covid y la UIMP tuvo que cancelar el curso que iba a ofrecer sobre “Literatura y sus demonios''. Ha quedado aplazado también el acto de su investidura del doctorado honoris causa, que estaba previsto para el jueves, 14 de julio. La UIMP confía en poder reprogramar ambas actividades este mismo verano, pero yo ya no estaré en Santander, así que seguiremos leyendo la obra del poeta, a la espera del tercer volumen de la trilogía Cegador, de próxima aparición de la mano de Impedimenta.

            Así que el martes llegué al paraninfo de la Magdalena para escuchar al escritor José Ovejero (Madrid, 1958). Alto, delgado, pelo blanco, camisa negra y gafas, sube a la tribuna junto a Guillermo Balbona, presentador del ciclo y periodista de El Diario Montañés.

Balbona nos resume, a modo de presentación, el perfil literario de Ovejero y destaca que el escritor ha trazado una trayectoria marcada por la exploración de los distintos géneros y ha recibido importantes galardones en todos ellos. Ensayo, poesía, teatro, novela, columna periodística, libros de viaje..forman parte de esta miscelánea. Ovejero apunta que cada género le permite mirar la realidad de una manera distinta. Utiliza y remarca el verbo “explorar” y reivindica la exploración como el motor de su escritura: 

Soy escritor porque me interesa el mundo y no la literatura.

Del estilo literario. Apunta Ovejero que la elección del estilo no es algo puramente estético y que procura no tenerlo, porque el estilo encierra en una sola manera de mirar al mundo. Señala que tener una voz equivale a tener un único vínculo con el mundo, él necesita cambiar de voz para llegar a distintos lugares de exploración. Todos los géneros, dice, tienen algo de él. Y apunta una diferencia interesante entre novela y poesía. El lector de novela entra en el juego del pacto de ficción y focaliza las emociones que le sugiere la historia. Pero en la poesía, el público lector cree más cercano el texto al autor. Explica que en el libro de poemas Mujer lenta inventa una voz lírica de mujer, es ella quien escribe los poemas y que, aun así, hay mucho de él en ese poemario.

Junto con la escritora Edurne Portela realizó el documental “Vida y Ficción” donde se pregunta a varios escritores por qué escribimos, por qué seguimos escribiendo a pesar de constatar la pérdida de prestigio de la Literatura en estos tiempos. La conclusión fue que, aunque la Literatura no refleja la realidad, sí es una representación, una ficción que nos pone en contacto con asuntos fundamentales de nuestras vidas. Solo la Literatura nos permite tocar ciertos aspectos y nos da acceso a ciertas emociones. Es un espacio protegido para nuestras emociones; a las que, en la vida cotidiana, sería imposible llegar.

En la conversación aparece la última novela de José Ovejero, Humo, que va camino de la tercera edición. Apunta que fue una imagen, una situación que se instaló en su cabeza y lo fascinó: una mujer y un niño viven aislados en una cabaña en el bosque. Se interesó por la percepción de una mujer dispuesta a todo para ser autónoma e independiente incluso de los afectos, que nos atan, que nos obligan a hacer cosas que no queremos hacer. Quería escribir una novela de sensaciones, sin explicar demasiado, no importa el motivo del aislamiento, da igual de dónde viene esa mujer y por qué hace lo que hace. Si explicas mucho, señala, rompes la burbuja y se reduce la sensación. Habla de la mala literatura como aquella que simplifica la realidad y la limita a las mismas emociones de siempre. Los personajes deben ser siempre complejos, con luces y sombras.

Para terminar, Ovejero vuelve a su teoría: la Literatura refleja la complejidad del mundo y resalta la voz de las escritoras como una voz y unos temas que carecían de visibilidad y que se trata de una mirada que faltaba, la otra mirada.


José Ovejero ha publicado novelas, poesía, teatro, cuento, ensayos y libros de viajes. Sus obras han recibido numerosos premios, entre ellos el Anagrama de ensayo (La ética de la crueldad, 2012), el Alfaguara de novela (La invención del amor, 2013), el Setenil de libros de relatos (Mundo extraño, 2018) y el Juan Gil-Albert de poesía (Mujer lenta, 2018). Otras obras suyas son Escritores delincuentes (ensayo), Los ángeles feroces, La seducción  e Insurrección (novelas). Ha dirigido talleres de escritura creativa en diversos centros y universidades en España, Latinoamérica y Estados Unidos. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas y sus relatos han aparecido en numerosas antologías dentro y fuera de España. Dirige El Periscopio, la sección de cultura de La Marea y colabora en distintos medios. La novela Humo es su última obra de ficción.  

                                                                                                                                                       (Fuente: UIMP)







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