E.L. Doctorow, La gran marcha
Novelas del siglo XXI
CCCB
E.L. Doctorow
La
primera reflexión de D. Sam Abrams, especialista en novela
americana, tiene que ver con el tiempo. Y es que hablar de novelas
del siglo XXI cuando el siglo no ha alcanzado apenas la mayoría de
edad, puede parecer una osadía porque nos falta la perspectiva que
eleva una obra literaria a la categoría de clásico.
Edgar Lawrence Doctorow (1931-2015) es un autor cuyo centro es la
novela, con una concepción original del género. Pertenece a una
generación de escritores renovadores de la narrativa norteamericana.
Más discreto que otros miembros de su generación (Roth, Pynchon,
Updike,..), a Doctorow le interesa sobre todo el reto de la
literatura. Para él, la novela debe ser actual, contemporánea,
moderna; sí, pero no rupturista, no debe cortar con la tradición
literaria. Su temática es, además, la sociedad americana
diseccionada a través de su historia. Escribe La gran marcha
entre el año 2000 y el 2005. Su gestación coincide por tanto con un
momento convulso de la historia, los atentados del 11-S.
Toda novela histórica, apunta Sam Abrams, debe permitir una lectura
contemporánea. Técnicamente, esta explica unos hechos muy concretos
de 1864, la campaña del general William T. Sherman para derrotar al
ejército confederado, en un avance de más de 60.000 hombres a los
que se unían miles de esclavos liberados. Es el ejército como
organismo vivo. La guerra nos muestra lo peor de lo que es capaz el
ser humano.
No hay en esta historia un solo protagonista, ni el propio Sherman lo
es. Estamos frente a una novela coral. La historia ya no se hace
sobre una gran celebridad. Doctorow cambia el sentido de la ficción
histórica en Estados Unidos. Cada vida que se narra es una
micro-historia que se va entretejiendo con otras para lograr una
unidad. La columna va avanzando y acumula gente de todo tipo y
condición. La guerra cambia la vida de las personas, que deben
volver a empezar y adaptarse a una nueva existencia. La guerra
destruye a su paso, pero genera nuevas expectativas.
E.L. Doctorow |
En cuanto a la técnica y el estilo, la novela carece de un
argumento. El estilo es ágil y la prosa muy trabajada. El tiempo
narrativo abarca apenas cuatro meses,de mayo a septiembre, por lo que
el ritmo es rápido para narrar las situaciones límites. En la
textura de la novela domina la naturalidad. El narrador no prejuzga,
solo muestra, narra y es el lector quien debe posicionarse.
La gran marcha es un canto a la condición humana, a la
superación de la adversidad. La guerra se erige como la
monumentalidad del desastre humano, la rabia masificada e
inconsciente. Para el general la guerra es el fin y el medio en sí
misma; para la joven esclava liberada, Pearl, le supone el drama de
qué hacer con la libertad recién conseguida, debe forjarse una
nueva vida.
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