Metaliteratura y Enrique Vila-Matas
Decálogo metaliterario de Enrique Vila-Matas
Por Javier Aparicio Maydeu
1.- La obra entera de Enrique Vila-Matas se diría un homenaje a sí mismo, cuando es un homenaje a la mejor literatura. Su complicidad con las formas de autoficción no alcanza a la prevalencia de su complicidad con las obras ajenas.
2.- La materia literaria de su obra no es sino la literatura
misma. Vila-Matas entiende mejor que nadie que literatura es connivencia con la
literatura y comentario de la literatura. Su obra es un palimpsesto.
3.- Su narrativa es un conjunto de historias abreviadas de la
literatura, de historias de la literatura y de Historias de la literatura.
Funciona como una maravillosa poliantea.
4.- Vila-Matas es hijo primogénito y privilegiado de La
Vanguardia, de su ludismo crónico y de sus imprescindibles excentricidades. La
bendita broma infinita.
5.- Transmuta su mitomanía literaria en mitografía literaria.
6.- No concibe la escritura sino como el final del alambique
que destila sus lecturas. Nadie puede copiar su estilo: solo un genio puede
citar sin descansar y que la cita exhiba el valor de su connaissance y no la torpeza del mero alarde huero.
7.- Léanse sus grandes libros como enciclopedias shandys: ontologías de la creación,
reflexiones sobre la narración, barruntos sobre el valor infinito de lo que no
se ha escrito aún, las virtudes del proceso frente al producto y las cualidades
de la potencialidad frente a conclusión. Vila-Matas piensa en su arte.
Vila-Matas piensa en el arte.
8.- De la solidez de una obra antojadiza, poliédrica,
heteróclita, voluble y fragmentaria. El autor de Bartleby y compañía convierte la cultura en una seductora atracción
fatal.
9.- De la escritura como una liturgia. De los géneros como
invitación a incumplirlos. De su obra como perpetuo work in progress y como árbol genealógico que, como ramas, contiene
todos sus libros.
10.- Como Don Enrique dijo en una ocasión haciéndose eco de Don
Vladimir, lo mejor de la biografía de un autor es la historia de su estilo. Y
la historia de su estilo es como la naturaleza de su obra: un tobogán
vertiginoso desde el que, mientras piensas la literatura, la ves pasar a tu
alrededor.
Fuente:
https://librujula.publico.es/enrique-vila-matas-mas-shandy-y-fantasmagorico/
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