"Concierto barroco", de Alejo Carpentier
Novela y
Música, 19 de abril de 2022.
Concierto Barroco, de Alejo
Carpentier.
Ignacio
Echevarría.
Alejo Carpentier (1904-1980),
escritor que tuvo una gran repercusión en los años 80, aunque hoy en día ha
perdido visibilidad, ha quedado algo olvidado. Es uno de esos autores al que,
en la actualidad, uno lo da por leído. Esta charla es producto de la relectura
de un autor a quien leí con veneración, pero al que nunca había vuelto antes. Y
de la relectura, tengo que decir que resiste, resiste bien y que en concreto Los pasos perdidos, sigue siendo una
novela potente y altamente recomendable. Voy a empezar hablando de esta obra,
que es anterior, porque también está muy relacionada con la música. Esta
novela, publicada en 1953, se inscribe perfectamente en el mundo de lo real maravilloso, algo que
Carpentier describiera como patrimonio y natural de Latinoamérica.
Alejo Carpentier no
perteneció propiamente al “boom” de la literatura latinoamericana porque es
bastante más mayor y emergió como escritor décadas antes del estallido de ese
movimiento en 1962 con La ciudad y los
perros, de Mario Vargas Llosa. Per Carpentier fue uno de los más
articulados y más importantes teóricos de lo que ocurrió en aquel fenómeno
editorial excepcional. Y gracias a él se recuperó una generación anterior, la
de Borges, Onetti, Rulfo, Arguedas,... A Carpentier, sin embargo, se le incorporó
muy pronto al boom por tres razones: Fue un teórico del concepto de lo real maravilloso, también por la
idea del barroco americano y también porque fue una persona comprometida con la
revolución cubana.
Es un
tema rarísimo este de las novelas en las que la música es un elemento esencial.
Es difícil pensar en novelas que reflexionen sobre el hecho musical y, en ese
sentido, Carpentier es un escritor idóneo porque tuvo una formación musical
desde la infancia en el núcleo familiar. La música era un elemento muy presente
en su familia; su abuela era pianista, su madre tocaba el piano y su padre fue
violonchelista. Estudió teoría musical en París y en La Habana; era pianista.
Durante su tiempo en Francia, Carpentier entró en los círculos musicales
parisienses y colaboró con bastantes compositores y desarrolló una larga y
fecunda carrera como musicólogo. Se convirtió en eminente teórico, e
historiador de la música negra en Cuba.
En el prólogo a El reino de este mundo (1949), Carpentier dejó dicho que “lo real maravilloso” es patrimonio de América. En otros lugares habló de “barroco americano” para caracterizar el estilo más conforme a una realidad asombrosa. Se convirtió en uno de los más influyentes ideólogos y promotores de una nueva narrativa latinoamericana que él mismo contribuyó a impulsar con novelas como Los pasos perdidos (1953).
El título alude a los pasos perdidos de la ru
Concierto Barroco es una novela corta, publicada en México en 1974, una novela
tardía de Alejo Carpentier, una especie de objeto cultural en la que el autor,
ya mayor, enfrenta la música de la tradición europea con la de tradición
americana. Representa el viaje que hace un indiano, un hombre enriquecido, a Europa,
primero a Madrid, y luego en Italia, a la Venecia del Carnaval. Lleva como
criado a Filomeno, un negro muy listo que toca la mandolina. Los dos, esta
especie de Sancho y Quijote, amo y criado se alían en un juego cervantino. En
Venecia le presentan a Vivaldi, quien está allí tomando copas con Handel y con
Scarlatti; encarnan cada uno una concepción distinta de estilos musicales. El
indiano protagonista se pone un disfraz de Montezuma y deslumbra a Vivaldi,
quien decide componer una ópera sobre el último emperador azteca.
Concierto Barroco es una novela que está basada en una ópera de Antonio
Vivaldi. Francesco Malipiero dio a conocer a Carpentier la existencia de esa
ópera de Vivaldi, cuyo título era Montezuma.
Fue la primera ópera de todo Occidente de tema americano. Fue estrenada en
Venecia en 1733. Como lo afirma Carpentier, el libreto de la ópera fue obra de
Alvise Giusti e inspiró "nuevas
óperas basadas en episodios de la Conquista de México a dos célebres
compositores italianos: el veneciano Baldassare Galuppi (1706-1785) y el
florentino Antonio Sacchini (1730-1786)”.
La escena central de la obra está en
el capítulo cinco. Aparece una sinfonía cacofónica y fantástica, una polifonía burlesca. No solo dialogan los instrumentos,
sino que las voces de los personajes se intercambian y producen un contrapunto
no exento de disonancias. Vivaldi insulta a Handel y este le responde de modo
agresivo. Doménico Scarlatti intenta intensificar sus acordes. Pero en ese
momento se realiza la carnavalización cuando Filomeno va a la cocina y trae
"instrumentos" que le permiten insertarse en la dinámica del
concierto. La improvisación de Filomeno tiene connotaciones
simbólicas en la obra. Se trata de un músico latinoamericano que materializa un
pensamiento mítico cuyo rasgo es el mestizaje. Hay una mixtura en este
concierto, entre la música clásica y la popular, entre Europa y Latinoamérica.
En Concierto barroco, aparece en palabras de Carpentier: "un Montezuma entre romano y azteca,
algo César tocado con plumas de quetzal". Vivaldi canta el estribillo
de Filomeno. Hamlet es comparado a los "chamacos" mexicanos. Son
expresiones de un discurso profundamente transcultural porque, según
Carpentier, en América Latina todo es fábula ("ciudades fantasmas, esponjas que hablan, carneros de vellocino
rojo")
La novela hace al final un juego en
el tiempo, es muy ocurrente y divertida, pero es demasiado explícita, respalda
el mestizaje cultural y está llena de claves sobre lo que se propone el propio
autor. No da margen para las propias conclusiones del lector. Refleja el contraste
entre la cultura clásica europea y la cultura afrocubana.
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