Cuaderno de todo
Este título no es mío, es de Carmen Martín Gaite. Cuenta ella misma la anécdota en su Cuento de nunca acabar (1983) sobre el origen del nombre. Su hija, que tenía cinco años, bajó a la papelería y le compró un bloc de anillas cuadriculado, con tapas de color garbanzo y en cuya primera hoja escribió "Cuaderno de todo".
La escritora lo concibió como una invitación a escribir allí toda reflexión o apunte sin ordenación previa, tal y como fuera llegando: divagaciones, comentarios a lecturas, notas sobre la narración...
El texto como artefacto
(dijo alguien), como producto lingüístico de una autoconsciencia. A
partir de estas cavilaciones he anotado ya varias ideas:
La primera: que el
“cuadernista” narrador-emisor sea una persona ficticia, pongamos,
yo; al fin y al cabo, todo diario tiene que estructurar
lingüísticamente un modo de realidad en la cual se imita la manera como un individuo, ante la imposibilidad de comunicarse, escribe un cuaderno de notas.
Pero aquello que me ha
ocupado más tiempo ha sido decidir el supuesto destinatario, el
interlocutor de este cuaderno en libertad. Puedo inventar un alter ego, y utilizar el recurso de la voz de la propia conciencia, un desdoblamiento que corre el riesgo de
caer en un discurso monologado o demasiado confesional, que nos
llevaría a la costumbre adolescente de escribir diarios y a la
escritura del consuelo.
28 de septiembre. Antes
del cine, una vuelta por la librería Taifas del barrio de Gracia.
Se me aparece por casualidad un librito del gran Umberto Eco,
Confesiones de un joven novelista, en Lumen. En la primera
página aclara el significado de joven, que ha utilizado en el
título (empezó a escribir novelas a una edad algo tardía).
Parece un credo, unas instrucciones de maestro. Me gusta el estilo
tan ameno. Incluiré en mi cuaderno el concepto del lector modelo. Qué gran novelista-ensayista-semiólogo... Entro en el cine. Éramos
tres, pero la tormenta, la luz sucia y la humedad que empapa
Barcelona seguro han hecho desistir a mis compañeras.
Dudo, pero al fin entro
sola.
Comentarios
Publicar un comentario