La obra de E. T. A. Hoffmann y la música
Novela y Música, 15 de marzo de 2022.
La obra de E. T. A. Hoffmann y la música.
Cecilia Dreymüller.
Una tarde muy desapacible esta de hoy en Barcelona. Llego
al aula 1 del CCCB dispuesta a conseguir un buen número de recomendaciones
musicales ligadas al curso de novela. Puede que sea como añadir un nuevo
estante en la vieja librería de mi biblioteca, pero en este caso, para escuchar
mientras leo. La sala está llena. La nueva presencialidad ha traído de vuelta a
este público aplicado, en su mayoría mujeres.
Buenas tardes.
¡Un placer ver esta aula otra vez llena de gente, después
de casi dos años de desolación y de virtualidad fría! Hoy vamos a abordar cómo
distintos novelistas de distintas tradiciones tratan la música en sus obras de
ficción. Acercarse a la música a través de su representación dramática en la
novela supone una aventura especialmente estimulante y a su vez, difícil de
explicar. La novela es un instrumento de conocimiento importantísimo, sobre
todo a partir de la modernidad.
Para entender mejor estas palabras de Andreu Jaume, leo el
programa del curso:
Este año,
en el curso dedicado al arte de la novela, exploramos el fascinante tratamiento
que se ha dado en la ficción a la
música, tanto en autores clásicos como E. T. A. Hoffmann o Tolstoi como en
autoras contemporáneas como Elfriede Jelinek o Belén Gopegui. Beethoven,
Schubert, Glenn Gould, el jazz o el rock son algunos de los protagonistas de
estas obras que siguen interrogándose acerca del misterio y la atracción que
ejerce en nuestra condición ese “lenguaje en el que todas las lenguas acaban”,
como definió Rilke a la música.
Hoy
tenemos a uno de esos clásicos del siglo XIX, E.T.A. Hoffman, quien abordó la
música desde muy distintos prismas y tiene una obra narrativa relacionada con
la música de manera particularmente rica. Y para hablar de este autor tenemos
hoy a Cecilia Dreymüller. Crítica
literaria y traductora. Doctorada en filología hispánica, es profesora del
Goethe-Institut Barcelona. Gran conocedora de la obra del autor alemán Peter
Handke, ha traducido alguno de sus libros.
Buenas tardes.
Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (Königsberg,1
24 de enero de 17761-Berlín, 25 de junio de 18222) fue escritor, jurista,
dibujante y caricaturista, pintor, cantante (tenor) y compositor musical
prusiano, que participó activamente en el movimiento romántico de la literatura
alemana. No hay otro autor en la literatura occidental en cuya obra esté
fundida de tal manera la música y la literatura como en E.T.A Hoffmann. Tiene
música en cada cuento, en cada crítica musical y hasta cambió su nombre por
Amadeus por su veneración por Mozart. De no haber sido tan adversas las
circunstancias de su carrera musical, no habríamos conocido al escritor.
Hoffmann llegó a componer numerosas piezas musicales e
incluso creó una ópera para una de las más bellas historias del romanticismo
alemán: Ondina de Friedrich de la
Motte Fouque. Aun así, hoy lo conocemos por haber desarrollado una obra
literaria tan inquietante como cautivadora en la cual la música nunca dejó de
tener protagonismo.
“Qué cosa
más maravillosa es en verdad la música, cuán escasamente puede el hombre
sondear sus profundos misterios, pero ¿no vive ella acaso en el pecho mismo del
hombre y colma el interior de este con descripciones prodigiosas? Una fuerza
divina se apodera de él.”
Hablar así de la música solo puede hacerlo un músico de temperamento
exaltado. De su locura poética hablaban con admiración máxima unos, los amigos;
y otros en cambio, como Goethe, lo trataron con distancia, en parte seguramente
porque Goethe detestaba lo irónico. Y Hoffmann había elegido precisamente la
ironía como su principal instrumento de creación, como un rasgo de estilo. La
ironía fue un invento de los románticos y los contemporáneos de Hoffman
tardaron un tiempo en acostumbrarse a ella. Todos los recursos del humor están puestos al servicio de
atacar a las instituciones establecidas y criticar a la sociedad de su tiempo. Estamos ante una personalidad artística genial que
encarna la dicotomía del arte romántico: el dilema entre sueño y realidad,
entre arte y vida. Fue un gran conocedor del alma humana.
Entre 1814 y 1822 Hoffmann llegó a completar cinco
volúmenes de historias fantásticas de enorme éxito. A pesar de su nulo interés
por la política, la política se metió en sus cuentos, en forma de retratos
sociales paródicos. Sus obras contenían la suficiente carga política para
causarle problemas con la censura. Su obra entusiasmó a mucha gente, tanto a
músicos como a escritores. En “El hombre de arena” (1815), relato incluido en
el volumen titulado Nocturnos, y que
da para muchas lecturas, se burla de las falsas apariencias de la sociedad
burguesa. Podemos encontrar en esta obra muchos de los motivos que son una
constante en la obra de Hoffmann: el tema del doble, el autómata, la cuestión
de la alquimia y las ciencias ocultas, los personajes demoníacos.
Un cuento para terminar:
El pequeño Zacarías, un niño con
malformaciones llega a ministro a pesar de su deformidad. Un hada se compadece
de él y lo dota de un encanto especial que le hace aparecer agudo, hermoso y
noble en la percepción de los demás.
Versión de un cuento de Hoffman, "El pequeño
Zacarías".
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