En el mundo de ANAGRAMA
Sesión del ciclo: El oficio de editar. 50 años después.
Jorge Herralde, Jordi Gracia y Javier Rodríguez Marcos
Biblioteca Nacional de España
14 de febrero 2019
"El talento de un editor se mide en la capacidad de descubrir buenos libros."

Sobre los comienzos de Anagrama, Herralde explica que en un principio buscaban autores desconocidos para los que tenían que encontrar lectores. Apunta dos títulos que fueron los motores para el arranque de la editorial. De un lado, Patricia Highsmith, con la serie Ripley, se convirtió pronto en un fenómeno editorial y, por el otro, La conjura de los necios se agotó la segunda edición en dos días. Luego habla sobre la colección Narrativas Hispánicas, del premio Herralde, y, con cierta satisfacción no disimulada, Jordi Herralde menciona a tres autoras muy importantes para la literatura española de la segunda mitad del siglo XX: Carmen Martín Gaite, Josefina Aldecoa y Ana María Matute. Dice que eran escritoras cuyas obras estaban en segundo plano de alguna manera por la fuerte personalidad de sus parejas. Así, cuenta cómo C. Martín Gaite le propone la edición del libro Los usos amorosos de la posguerra española, y como se convirtió en un verdadero best seller.
A la pregunta sobre el secreto del éxito de Anagrama y por qué ha llevado al éxito a autores que no despuntaban con otras editoriales, Herralde contesta muy seguro que lo más importante ha sido la fiabilidad del sello, un catálogo fiable, generoso y sorprendente. Así, el crédito como sello y la marca ha hecho que los lectores valoren la editorial por encima, muchas veces de los autores o los títulos. Y en cuanto al secreto del éxito afirma que es casi más importante descartar que publicar. La obra tiene que aportar algo inesperado, algo distinto. El talento de un editor se mide en la capacidad de descubrir buenos libros. La venta no es lo fundamental, para eso están los best sellers.
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