Margaret Mazzantini. No te muevas.
Novelas del siglo XXI
Non ti muovere, de Margaret Mazzantini.
Breve presentación del ponente, Raffaele Pinto, y anoto al margen una disertación sobre la cultura literaria, una cultura que abarca varios siglos. Por el contrario, ahora casi todos subliman el presente en que vivimos. Los dispositivos móviles nos condenan solo al presente. No existe el pasado ni el futuro, solo presente instantáneo.
Luego, (futuro), pensaré sobre ello.
Hay
una constante en la obra de Margaret Mazzantini (Dublín, 1961) que es el
mundo de la pareja y la maternidad. Tiene además una escritura de
vocación cinematográfica. Describe los detalles visuales de lo que
cuenta, de lo que narra.
Pinto
abre ahora una exposición sobre la diferencia entre la historia y la
trama de una novela. Apunta que son conceptos divergentes. Si bien la
historia sigue el orden lógico y cronológico de los hechos, la
trama es lo que la novela cuenta según como los leemos, el orden de
la narración tal como lo ha dispuesto el novelista. Así, en la
novela policiaca, el inicio de la historia se encuentra en el final
del libro. En Non
ti muovere, apunta
Raffaele, lo más interesante es la trama.
Un cirujano de prestigio descarga
su conciencia ante su hija Ángela, que se encuentra entre la vida y
la muerte tras haber sufrido un accidente de moto. Le confiesa que ha
llevado una doble vida y su aventura amorosa con una chica humilde,
Italia, nombre que connota humildad y pobreza. Su mujer mujer intuye
que él mantiene otra relación, cambia de actitud y pasa a mostrarse
agresiva sexualmente. A punto de separarse de su mujer, recibe la
noticia de los embarazos, lo cual le lleva a dejar a su amante,
Italia, que al final aborta. Su vida inicial vuelve a recomponerse,
vuelve a empezar sin rastro ni huella de su otra vida. Ha sido un
paréntesis, trágico, pero paréntesis al fin y al cabo. Hasta aquí
la historia, una historia sentimental con toques dramáticos.
Lo que hace interesante la novela
es la contraposición de los dos mundos, sociológicamente tan
distinto. El protagonista, Timo, le cuenta a su hija toda esta
historia en ausencia de su mujer, que se halla de viaje. Mentalmente
dialoga con su hija adolescente y le da detalles de su aventura
amorosa. El diálogo (soliloquio) padre-hija es inquietante. Pero nos
preguntamos dónde se halla el punto de vista de la narración. La
teoría de Raffaele Pinto es que la trama es interpretable teniendo
en cuenta que la autora (¿?) se ha situado en el punto de vista de
la hija. Dice exactamente que “es un disfraz, un filtro. Imagina a
un padre que reflexiona con las fantasías que una hija podría tener
sobre su padre”. La escritora, continúa Pinto apasionado, ha
elegido el punto de vista del protagonista. Y el lector llega a
compadecerlo, es menos distante que la esposa a pesar de sus aspectos
más turbios. La madre es más racional y; sin embargo, no produce el
elemento de identificación. Italia presenta reacciones de tipo
animal, se une de manera física y acrítica, no reflexiva. Aquí
vemos un ideal inconfesable de la autora. (Fin de la cita).
Y los rumores empiezan a
expandirse por la sala. Esto es solo el principio. El público lector
no está de acuerdo. Aplausos muy débiles. Luego pensaré sobre
ello.
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