Mac y su contratiempo. Enrique Vila-Matas
Enrique
Vila-Matas
Seix
Barral. Biblioteca Breve
1ª
ed. Febrero, 2017
ISBN:
978-84-322-2988-6
Los cuentos que dibujan la vida
Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) ya nos había mostrado su destreza como
inventor (en el sentido que apunta Cervantes sobre la inventio, como
generador de historias de ficción). Lo hizo cuando publicó
entrevistas inventadas a famosos del mundo del cine en Fotogramas o
Destino.
Mac
y su contratiempo
se abre con una perfecta declaración de intenciones: la gestación
de un proyecto literario, la reescritura de un libro. Y es que
estamos ante una reflexión sobre la creación literaria, un
ejercicio de crítica a partir del proceso que lleva a cabo el
protagonista, Mac. Esto es, escribir un diario secreto de iniciación,
(secreto porque no irá dirigido a lector alguno), que va
construyéndose como un diario de aprendizaje sobre el arte de la
escritura. Mac opta por la reescritura, por la repetición y la
modificación.
La
creatividad es la inteligencia divirtiéndose,
apunta Mac tras una reflexión sobre lo que ha sentido al escribir un
“fragmento de ficción”. Y es que la ficción se introduce en la vida del
protagonista y en ocasiones la modifica o se confunde con ella. Y la
vida de Mac discurre entre su casa, con su mujer e hijos, y las
calles del Coyote, su barrio; entre vecinos y mendigos. Y Mac adopta
a veces el papel de detective, alguien que otorga trascendencia a los
sucesos apenas perceptibles de lo cotidiano.
Mac
ejerce de principiante pero pronto nos damos cuenta de que es muy
buen lector, porque aplica a la relectura del libro de cuentos de su
vecino, Ander Sánchez, Walter
y su contratiempo,
la doble fase que aprendimos de Umberto Eco: la lectura semántica,
de “qué sucede”, la trama, los temas; y la lectura estética,
del “cómo sucede”, las técnicas, las fuentes y la tradición.
Así,
en la primera parte va deconstruyendo uno a uno los nueves cuentos
del libro de Sánchez, que no es otro que Una
casa para siempre,
1988, una de las primeras obras de Vila-Matas. El juego metaliterario
está servido. El escritor crea una ficción donde se lleva a cabo
una reescritura (ficticia) de una novela “olvidada” compuesta por
una serie de cuentos publicado treinta años atrás y cuyo nexo de
unión era el ventrílocuo incapaz de proyectar voces distintas para
sus muñecos (metáfora de la voz narrativa). En los últimos
capítulos aporta la solución de reescritura de cada uno de los
cuentos.
Vila-Matas
establece así un diálogo con el escritor que fue hace años.
Reflexiona sobre las constantes de su escritura, sobre los géneros,
sobre la dificultad para crear una voz propia, sobre la creatividad
al fin. Al tiempo que leía la novela, he recordado el título de un artículo del propio Vila-Matas: "Los cuentos que dibujan la vida", donde indaga sobre las poéticas de algunos maestros del cuento y confiesa su admiración por el género.
Pero al narrador de Mac y su contratiempo le ocurren cosas, juega con la alternancia entre la vida (de Mac) y la
literatura. Va saltando de la trama, aparentemente leve, amena y
cargada de elementos de humor, donde algunas coincidencias o efectos
de los cuentos que está releyendo lo confunden o le parecen
inquietantes; nos conduce de pronto al aula de teoría literaria y su
voz se viste de ensayista para ilustrarnos sobre el oficio de
escritor, las teorías sobre la novela y el cuento, y sobre las
lecturas, que son al fin las que han forjado su propia voz.
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