De la intuición de lectura

Y lo que estaba por venir llega desde la intuición, una primera impresión de lectura, ... de la lectura de libros que me leyeron a mí.

19 de diciembre. Libro Correspondencia entre Carmen Martín Gaite y
Juan Benet.
Sorpresa: en una de las primeras
cartas, fechada en noviembre de 1964, Martín Gaite me ilumina en mis ideas
sobre la función hacedora de utopías de la literatura. Pienso en Aarón, está de
suerte. Dice: “Siempre he pensado que la
literatura tiene como una de sus más altas misiones la de fabricar utopías.
(…)La primera y más hermosa utopía de quien se pone a escribir consiste
precisamente en inventar a ese lector, al que nunca se ha visto, no se verá la
cara” (p.38). Según José Teruel es este el primer apunte del ensayo La búsqueda del interlocutor (1966).
Estoy de lleno en la lectura de
varios libros de Martín Gaite, de los que este último me hace pensar en ti,
Aarón. Más adelante, la carta 6 de la Correspondencia rebosa en consejos e
indicaciones de cómo debe ser el estilo en la novela. Ve como inconveniente que
se mezclen narraciones cruzadas de varios personajes. Defiende la necesidad de
un estilo claro, porque precisamente va dirigido a esos “lectores invisibles”.
Confiesa que en Ritmo lento
experimentó una especie de diálogo con el interlocutor, le aclaraba, se
imaginaba sus preguntas,… es un tema muy interesante: el narrador esforzado en
mimar, mantener al lector ahí pegado al hilo. Te he buscado Aarón, tú eres mi
lector, un interlocutor deseado y estoy
mimando mis escritos para ti.

28 de diciembre. Relectura de El cuarto de atrás. Hoy he tenido una
revelación: he encontrado mi lugar en la relación con la literatura. ¿He sido
un interlocutor y no un escritor realmente? Idea: glosar la figura del
interlocutor, mantener un diálogo con la autora. Todos buscamos un
interlocutor, todos nuestros pasos se encaminan a buscar un espejo, y pasa
igual con la literatura, con la narración. ¿Quién dijo: “Quien no actúa y sufre
por ello, escribe.”?
Comentarios
Publicar un comentario