Cervantes y Shakespeare: vidas paralelas

                                          Miércoles, 26 de octubre de 2016
Gonzalo Pontón

CCCB
Institut d´Humanitats de Barcelona

Mirador del CCCB

Hoy hemos subido de nuevo al Mirador del CCCB. Es un lugar fantástico para hablar de literatura. La luz de la tarde y la ciudad rodean la sala, la envuelven y se cuelan por las paredes acristaladas. Veremos anochecer durante la sesión de hoy.

 Andreu Jaume presenta al especialista, Gonzalo Pontón, como gran erudito y excelente conferenciante. Es profesor titular de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la UAB. 
          Buenas tardes.

Gonzalo Pontón
Abre su exposición afirmando que los datos para componer una biografía narrada son escasos en ambos escritores. Los dos hablaron mucho en sus obras, pero sobre todo Cervantes habla mucho de sí mismo. Shakespeare, en cambio, no traspasa a sus personajes ningún elemento de sí mismo, lo cual ha complicado bastante la tarea.
Resulta interesante la reflexión sobre cómo contar una vida y la cita de la novela de Julian Barnes, Flaubert´s Parrot, como un ejercicio de escritura de la vida de Gustave Flaubert. Un narrador nos ofrece tres listas diferentes. Una con los hechos de éxito de su existencia, una segunda recoge los hechos luctuosos del escritor. Y en la tercera recoge una serie de anécdotas y frases del propio Flaubert o a través de cartas.

La documentación de Cervantes y de Shakespeare es muy fragmentaria. Hay lagunas, tiempos en blanco, tiempos de silencio. Así, del autor de Stratford-upon-Avon se cuenta con 5 o 7 años en blanco: “los años perdidos”. En Cervantes, también hay un vacío desde 1604, año de la primera parte del Quijote hasta 1613, cuando publica sus Novelas Ejemplares. No sabemos apenas nada de él y son los años en los que consigue el éxito y la fama.


La exposición del profesor avanza en el análisis de las divergencias y los puntos de encuentro entre ambas biografías. Parte de la diferencia de edad entre ellos de 17 años, una generación. Ambos nacen en países que fueron enemigos a lo largo de sus vidas y profesaron credos religiosos distintos. Ninguno de ellos fue a la universidad y, sin embargo, la institución cumple un papel importante en la obra de ambos.
En referencia al talento literario de cada uno, Cervantes se presenta a sí mismo como “Yo soy aquel que en la invención excede a muchos...” La inventio consistía en encontrar la idea, en la habilidad para inventar historias. Toda la obra de Shakespeare, en cambio, tiene sus fuentes bien reconocidas. También su Cardenio, el personaje pusilánime, viene de la historia secundaria del Quijote del pastor y Dorotea, que provocó el interés del mismo Shakespeare, quien sí pudo leer la traducción al inglés de Thomas Shelton de la primera parte del Quijote, de 1612. La historia de Cardenio fue una de las últimas comedias escritas por Shakespeare, posiblemente en colaboración con John Fletcher.

 Ha entrado la noche en la sala y en la ciudad.

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